Mentalidad de base cero, la nueva forma de plantearse la rentabilidad de las empresas
Gracias a la tecnología y las startups, la velocidad del cambio nunca será tan lenta como lo es en la actualidad. Para sobrevivir, las empresas deben de enfocarse en la parte de inversión no rentable e incompatible con estrategias susceptibles de alcanzar los objetivos futuros de crecimiento.
La mentalidad de base cero es un nuevo enfoque más integral que el presupuesto de base cero. Afecta a los beneficios, el crecimiento, la sostenibilidad y la confianza; desarrollar una perspectiva enfoque base cero permite obtener una visibilidad exhaustiva del gasto y canalizar el ahorro para reinvertirlo en actividades que impulsen el crecimiento.
La mentalidad de base cero consiste en aumentar la agilidad ejecutando intervenciones en cuatro áreas:
- El gasto de base cero permite a las organizaciones identificar el consumo discrecional de gastos generales no ejecutados a través de una visión única que facilita una visibilidad minuciosa del costo. Esto permite a los directivos tomar decisiones adecuadas que cambien la cultura de la organización, liberando fondos adecuados para ser destinados a iniciativas de crecimiento, mejora de capacidades y mejora del EBIDTA.
- La organización de base cero diseña la organización desde cero para que el talento laboral que no contribuye a alcanzar los resultados deseados adquiera las capacidades necesarias para lograr la excelencia en el futuro.
- La administración de base cero optimiza el marketing, las ventas, el servicio al cliente y la estrategia de fijación de precios para ofrecer una economía optima en el ámbito de las relaciones con los clientes.
- La cadena de suministro de base cero identifica el costo de venta teórico y las oportunidades de reducción de costes en tres elementos clave –precio, rendimiento y generación de valor–, al tiempo que se reduce la complejidad de productos y servicios.
Para las empresas que buscan ganar agilidad para prosperar en lo “nuevo normal”, donde el caos es la norma y la capacidad de pivotar a las nuevas demandas del mercado es un requisito previo, una mentalidad basada en cero es imprescindible. A través de ella, las empresas impulsan la rentabilidad, el crecimiento, la confianza y la sostenibilidad, alcanzando niveles sin precedentes de competitividad.
Este artículo fue publicado originalmente en https://www.entrepreneur.com/