Instituciones financieras: retos de la fase de recuperación
Es buen momento para diseñar la recuperación económica, y para lograrlo, Deloitte recomienda seguir estos lineamientos que permitan asegurar un regreso sólido.
Han pasado dos meses del “quédate en casa” y las implicaciones que ha tenido en el cierre temporal de negocios -así como el impacto en la economía y el empleo- se han hecho rápidamente visibles. En este sentido, las instituciones financieras han sido un servicio primordial, ya que permite que el efectivo siga circulando y dando crédito a sus clientes, lo que permite a las empresas sostener las operaciones aún cuando sus ventas hayan disminuido y sigan con una carga importante de gastos fijos.
Gracias a los planes de contingencia, tanto en capital cómo en liquidez, y los planes de respuesta operativos, ha sido posible para las instituciones financieras seguir atendiendo a sus clientes y permitir que esta crisis sanitaria todavía no se convierta en una crisis financiera. Los siguientes meses serán clave para que los bancos sigan otorgando crédito manteniendo los niveles de capital y liquidez que les permitan ser sostenibles en el tiempo.
Los retos inmediatos que enfrentarán las instituciones financieras en esta etapa de respuesta son los siguientes:
- Evaluar la magnitud de los posibles impactos en las geografías, industrias, y segmentos de la población. Crear acciones acordes con los flujos de efectivo de los clientes, planes de reestructura, mejoras en garantías, colaterales adicionales y planes de venta de cartera. En otras palabras, acciones que permitan eliminar, mitigar o absorber el riesgo de crédito con el mínimo impacto.
Si bien las facilidades regulatorias para dar períodos de gracia -aunado al uso de líneas de crédito por empresas- implica un riesgo mayor en el balance, el verdadero desempeño lo observaremos al final del cuarto trimestre, cuando termine el período de gracia y exista mayor claridad sobre los flujos futuros de las empresas, así como el nivel de conservación del empleo.
- Incrementar el nivel de análisis de crédito. El análisis tradicional de crédito requiere menos de la información del pasado y más del entendimiento de la posición en que van a quedar las empresas en los siguientes 6 meses. Las instituciones necesitan incrementar su capacidad en el volumen de reestructuras que seguramente vendrán en el futuro, pero también en el análisis y su profundidad para tener un correcto entendimiento del cliente. Posiblemente redirigir recursos entre áreas, o tener apoyo de externo de expertos que les permita aumentar su capacidad de respuesta.
- Crear un modelo sostenible que permita mantener controles y el gobierno corporativo. En estos periodos de vulnerabilidad, el fraude en sus modos de robo de identidad, colusión interna y cibernético, son tres áreas importantes donde hay que redoblar la guardia y mantener la vigilancia.
Es un buen momento para empezar a considerar cómo debe ser la recuperación e iniciar el diseño y planeación de un regreso sólido. Es inevitable pensar que hay demasiados temas desconocidos, por lo que un marco que considere los siguientes elementos ayudará a un mejor regreso.
- Centro de comando: establecer un grupo orientado en la recuperación, que permita el monitoreo y la comunicación efectiva con la organización, así como la atención al capital, la liquidez, y los riesgos emergentes como el fraude.
- Asegurar el cumplimiento: tanto con la regulación existente, así como con las nuevas reglas en términos de sanidad y convivencia.
- Foco en los empleados y su bienestar: ejecutar pruebas en la oficina de trabajo y seguimiento, establecer medidas que permitan monitorear la salud de los empleados, así como políticas y procesos para los trabajadores de alto riesgo e implementar capacidades para identificar riesgos de salud en el lugar de trabajo.
- Ecosistema: el espacio físico. Si es necesario, rediseñar el espacio de trabajo y esquematizar la flexibilidad para home office, así como establecer políticas de sanitización de los espacios laborales.
- Fuerza de trabajo y políticas de Recursos Humanos: implementar modelos diferentes de compensación y beneficios que permita a empresa y empleados una mayor flexibilidad laboral, monitorear el compromiso de los empleados con la institución; replantear políticas de viaje, vacaciones y espacios físicos; evaluar el uso de las herramientas de colaboración, así como definir soporte al empleado en sus diferentes aspectos (como entrenamiento, tecnología, etc.)
Este artículo fue publicado originalmente en https://www.forbes.com.mx/